Largas filas por la escasez de diésel: una problemática que afecta la producción y la economía boliviana

En los últimos días, la escasez de diésel en distintas regiones del país ha generado una situación crítica que impacta directamente en la cadena de producción, transporte y distribución de bienes esenciales. Las extensas filas en surtidores, que en algunos casos se prolongan por más de 10 horas, se han vuelto una imagen recurrente en La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, afectando a miles de transportistas y empresas que dependen del suministro constante de combustible para mantener sus operaciones.

Según estimaciones del sector productivo, los retrasos ocasionados por la falta de diésel representan pérdidas diarias de hasta el 20% en la productividad, especialmente en industrias que requieren el traslado continuo de materiales y productos terminados. Este escenario no solo genera sobrecostos, sino también demoras en entregas, suspensión de turnos laborales y una disminución general en la eficiencia operativa.

En el caso del sector manufacturero y de servicios, la situación se ha vuelto particularmente desafiante. Empresas como CONDOR S.R.L., dedicadas a la fabricación y distribución de productos de fibra de vidrio, han visto afectada la logística de transporte de sus productos a distintas regiones del país, debiendo ajustar sus cronogramas y reforzar la planificación para minimizar los impactos.

De acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y asociaciones del transporte pesado, el déficit de diésel podría provocar una reducción temporal del 5 al 8% en la capacidad de distribución nacional, con un efecto dominó que alcanza al comercio, la construcción y la agroindustria.

Las imágenes de filas interminables de camiones y cisternas reflejan el alcance del problema: conductores esperando durante horas bajo el sol o en condiciones adversas, mientras la producción nacional se ve forzada a frenar su ritmo.

Frente a esta coyuntura, el sector empresarial hace un llamado a la implementación de medidas urgentes y sostenibles para estabilizar el abastecimiento de combustible, ya que la continuidad productiva depende directamente de una logística energética confiable.